Después de las generalidades sobre las reglas del Sd12 ha llegado el momento de meterse en arena con uno de los apartados de un JdR que, como es lógico, más reglas contiene: el combate.
Éste se divide en los típicos asaltos, o fragmentos de tiempo de entre 6 y 10 segundos. Durante cada uno de esos asaltos, todos los personajes actúan por orden, definido por un chequeo de iniciativa (es decir: 1d12 + el valor de iniciativa del personaje). Ese chequeo puede hacerse cada asalto, en cada encuentro de combate, o incluso únicamente una vez por sesión, al gusto del grupo de jugadores.

En el combate cuerpo a cuerpo, las acciones básicas son, por supuesto, atacar y defenderse. Para ello cada personaje dispone de unos Puntos de Acción, como veremos en la siguiente entrada de esta serie. Si todavía no está trabado en combate, pero el personaje se dirige hacia ello, puede elegir moverse a su velocidad normal y luego atacar normalmente, o cargar al combate (moviéndose hasta el doble de su velocidad, y disfrutando de un bonificador al daño, aunque con ciertas restricciones). Por el contrario, un personaje ya trabado puede alejarse del combate moviéndose a su velocidad normal (es decir, dándole la espalda al contrario y por tanto recibiendo de éste un ataque) o retrocediendo despacio (a un tercio de su velocidad).

En el caso de utilizar magia o poderes especiales, el personaje puede moverse y luego hacer uso de sus habilidades.
Por otra parte, otro tipo de acciones (como mover objetos del entorno, o buscar algo dentro de la mochila) pueden hacerse también como una acción normal, y el personaje que las lleva a cabo puede también moverse. Es posible, incluso, realizar dos acciones de movimiento en un mismo asalto (moviéndose al doble de la velocidad del personaje, pero sin hacer nada más), o por el contrario usar la acción de movimiento para otra cosa (por ejemplo, buscar algo en la mochila y pasárselo a un compañero, o lanzarlo contra un enemigo, ocuparía también un único asalto).
Las variaciones son muchísimas, y lo mejor en estos casos es aplicar el sentido común y el buen juicio. Y sobre todo aplicar las mismas reglas a todos los personajes, sean los PJ o sus enemigos.
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