eSdlA, peli vs libro, I-1: Una reunión muy esperada


Antes de continuar con mi revisión comparativa entre El Señor de los Anillos y su adaptación al cine, me gustaría comentar un detalle sobre su división en partes.

Hay gente que insiste en llamar a la novela una trilogía (algunos incluso discuten con los fans de Star Wars sobre cuál es la "trilogía original", tal y como se parodia en Clerks 2, del siempre genial Kevin Smith). Sin embargo, una trilogía es, efectivamente, una unidad compuesta de tres partes, particularmente en el medio artístico y, sobre todo, literario. El término nació en la Grecia clásica, para hacer referencia a las tres tragedias que presentaban los autores dramáticos (seguidas, generalmente, de un drama satírico que fue apartándose cada vez más de las otras). Sea como fuere, y aunque exista una unidad dentro de la trilogía, ésta viene determinada por la presencia de un mismo personaje (en diferentes momentos) o de un mismo tema, pero no constituyen una misma obra. Es gracioso que el hecho de publicar eSdlA en tres partes (una decisión de la editorial, por motivos prácticos y económicos), haya dado lugar a una enorme caterva de novelas que se publican en forma de falsa trilogía.

Soltado este rollo, debemos darnos cuenta de que la única división que veía Tolkien dentro de su propia novela es en los llamados "libros", de los que tenemos un total de seis (dos en cada tomo publicado). Estos libros internos poseyeron un título, pero tras algunas tentativas fueron eliminados en la publicación. Son los siguientes:

  • Libro I. Llamado El Anillo se pone en camino, o también El primer viaje.
  • Libro II. Titulado El Anillo va al Sur, o bien El viaje de los nueve compañeros.
  • Libro III. Llamado La traición de Isengard.
  • Libro IV. Titulado El Anillo va al Este, o tal vez El viaje de los portadores del Anillo.
  • Libro V. Llamado La Guerra del Anillo.
  • Libro VI. Titulado El fin de la Tercera Edad.

Y ahora ya por fin paso a la comparación del capítulo inicial de la novela.


En el libro:

Todo comienza, por supuesto, con los rumores sobre la fiesta del centésimo décimo primer cumpleaños de Bilbo Bolsón, y, qué casualidad, del trigésimo tercero de Frodo, su joven primo (al que adoptó algunos años atrás). Naturalmente, es una manera excelente de presentar la tragedia familiar de Frodo, vista por sus vecinos, y al mismo tiempo de ganar la simpatía del lector hacia el nuevo protagonista.

En la siguiente escena, un carro cargado de bultos extraños, conducido por enanos encapuchados, sube hacia Bolsón Cerrado. Poco después, llega otro carro: «Lo conducía un viejo. Llevaba un puntiagudo sombrero azul, un largo manto gris y una bufanda plateada. Tenía una larga barba blanca y cejas espesas que le asomaban por debajo del ala del sombrero». Llega, pues, Gandalf.

Luego se narran los preparativos: la oficina de correos colapsada por las invitaciones y sus respuestas, las tiendas y pabellones en el prado, y el ejército de cocineros. Iniciada la fiesta, o mejor dicho variedad de entretenimientos, Bilbo recibe a cada invitado con un regalo. Los niños reciben juguetes, muchos encargados un año antes en Erebor y Valle (esta dato que parece superfluo no es gratuito, como luego verán). Luego se suceden las comidas (tres de ellas, "oficiales"), los fuegos de artificio de Gandalf (profusamente descritos; y sí, aparece el dragón rojo y dorado), y la cena privada para las doce docenas de personas seleccionadas por Bilbo y Frodo. Es en esta cena donde tiene lugar el discurso de Bilbo (que incluye una de las citas más conocidas: «No conozco a la mitad de ustedes, ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ustedes merece») y su desaparición gracias al Anillo.

Luego tiene lugar la conversación entre Bilbo y Gandalf, donde el mago se ve obligado a forzarle a abandonar el Anillo. Bilbo, liberado por fin de la carga, marcha acompañado por tres enanos y una canción en los labios: «El camino sigue y sigue / desde la puerta. / El camino ha ido muy lejos, / y si es posible he de seguirlo / recorriéndolo con pie decidido / hasta llegar a un camino más ancho / donde se encuentran senderos y cursos. / ¿Y de ahí adónde iré? No sabría decirlo».

Luego Frodo llega a casa y, tras hablar brevemente con Gandalf, se encarga de despedir a los invitados. A la mañana siguiente, tras la limpieza, Frodo invita a algunos hobbits a pasar a la casa, donde Bilbo les ha dejado algunos graciosos, y muy irónicos, regalos. Tras enfrentarse a los Sacovilla-Bolsón, Frodo mantiene una nueva conversación con Gandalf, en la que el mago le aconseja esconder el Anillo y no usarlo. Aún no sabe por qué, pero el tesoro mágico le escama. El mago marcha, y «Frodo no volvería a verlo por largo tiempo».

En la peli:

Este capítulo es uno de los mejor adaptados de toda la novela. Ocupa nada menos que veinte minutos, y transcurre a lo largo de cinco escenas: La Comarca (el encuentro de Frodo y Gandalf, que a pesar de ser algo inventado nos presenta los antecedentes que aparecen en el libro en forma narrada), Viejos amigos (el encuentro de Gandalf y Bilbo), Una reunión muy esperada (la fiesta de cumpleaños), Adiós querido Bilbo (la conversación de Gandalf y Bilbo, con la entrega del anillo) y Mantenerlo en secreto es mantenerlo a salvo (el aviso de Gandalf a Frodo sobre esconder el Anillo). Ninguna escena es exclusiva de la edición extendida, aunque se ha añadido un poco de material extra en las dos primeras.

Como decía, la adaptación de esta parte es muy fiel, e incluye frases calcadas directamente del libro (¡incluso el inicio de la canción!). Resulta todo un acierto. No se libra de un par de detalles extraños al eSdlA original. En primer lugar, la apariencia de comunidad cerrada de excesiva rusticidad: no hay enanos, ni jugutes de Valle, ni se indica que los invitados de la fiesta procedan de toda la Comarca (que no tiene, ¡oh, sorpresa! una sola población, sino muchas y variadas). En segundo lugar, la presentación tan temprana de los hobbits que acompañarán a Frodo. Son escenas tiernas (la de Sam con Rosita) y graciosas (la de Merry y Pippin con los petardos del mago); sin embargo, hay un problema con las edades relativas, sobre todo con la de Pippin (ya lo veremos más adelante). En el libro únicamente aparecía Merry, ayudando a Frodo con los invitados más pesados, y de Sam sólo oímos hablar como la persona que se ocupa del jardín de Bolsón Cerrado.

Pero como digo son sólo un par de detalles que no molestan, y que podemos pasar por alto sin problemas a menos que hilemos muy fino.

El próximo día, nos enfrentaremos a La sombra del pasado.

4 comentarios:

  1. Lo de la trilogía es cierto, los editores temían publicar un libro tan extenso de golpe. Pero en fin, con el tiempo, la definición del término se ha modificado, en el cine y la literatura, hasta ajustarse a lo que se suele entender habitualmente. Sí, técnicamente, Platoon, Nacido el 4 de julio y El cielo y la tierra forman una trilogía en sentido estricto, mientras que Star Wars es más bien una única historia contrada en tres episodios.

    Pero en fin, cosas del argot. Al final las palabras se acaban ajustando al uso, en lugar de al revés. Vamos, creo yo.

    Los cambios de guión de esta parte me parecen acertados. Presentan a todos los personajes importantes del lugar, en lugar de desgranarlos a lo largo de varios capítulos, lo que funciona mejor en literatura que en cine. Y siempre, desde la primera vez que lo leí, me pareció raro eso de que entre la fiesta de cumpleaños y el regreso de Gandalf a la Comarca transcurriesen décadas enteras.

    Un saludo.

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    1. Tienes razón en que el significado de las palabras se adapta al uso, pero es que en este caso yo creo que se trata simplemente de un mal uso. 'Trilogía' sigue llamándose a ciertas obras que de veras lo son (generalmente, qué casualidad, fuera del ámbito de la fantasía); mientras algunas editoriales, tanto a este lado del charco como al otro, se empeñan en llamar así a una obra formada por tres libros. Pero vamos, que bien puede ser una cruzada personal condenada al fracaso...

      Respecto a los cambios de esta parte, es obvio que son detalle menores propiciados por el cambio de medio, y, por tanto, los acepto sin problemas.

      Y sí, pasan años hasta el regreso de Gandalf. 17, exactamente, de tal forma que Frodo (que en el capítulo 1 tiene 33) comienza su andadura a la misma edad que tenía Bilbo durante su aventura.

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    2. Claro, por eso hablaba de argot. Esto de trilogía es algo propio sobre todo de la fantasía, y extendido a los otros géneros del fantástico, como la ci-fi y el terror. Estoy de acuerdo en que el uso de la palabra es erróneo, pero a base de extenderse esta acepción, acabará siendo aceptada como tal. Me temo que no hay muchas posibilidades de corregir eso, son molinos muy grandes.

      ¿Sólo diecisiete años? Menos de lo que yo pensaba, que eran treinta o así. Aun así, mucho tiempo para pasarse por Minas Tirith y comprobar algunas cosas, por mucho que otros temas le mantuviesen entretenido.

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    3. Jajaja Supongo que sí. Por muchos líos que tuviese entre manos, incluyendo la búsqueda de Gollum y demás, es demasiado tiempo.

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