Guardia de Lompûr: Firath

Seguimos con el grupo de duergos denominado Guardia de Lompûr. Un grupo de personajes con el que alternábamos las partidas de las Garras del Fénix.

A continuación expongo el trasfondo de uno de ellos (porque puede ser interesante para usarlo como PNJ), luego su separación del grupo, y finalmente la miniatura que pinté hace poco para representarlo (a pesar de que hace mucho que la Guardia de Lompûr dejó de serlo).


Firath

Este duergo barbígneo nació en Khazakadûl en CS 4752 {tiene 291 años}. Creció viajando entre el enclave duergo y la ciudad isena de Kosoko. Más tarde, años después de cumplir los dos siglos de vida, decidió descubrir algo de mundo; viajó por varios enclaves del, para él, lejano norte. Hoy en día Firath es un duergo agradable, y quedan pocas cosas que no haya visto todavía. Es bastante extrovertido, y en muchas ocasiones puede escucharse cómo silba o tararea una tonadilla pegadiza. Está bastante avispado y conoce muy bien lo que puede encontrarse en cada momento. Fue nombrado miembro de la guardia para que fuera una especie de furriel (puede encontrar lo que sea, donde sea) pero su habilidad para estar siempre alerta le convierte en miembro por derecho. Además, sus compañeros le suelen elegir para representarles cuando tratan con otras razas, o para «hablar con el jefe Lompûr».

Tengo que reconocer que no recuerdo qué jugador llevaba a Firath en nuestras sesiones, ya que fue un período con varias entradas y salidas del grupo. Un tiempo convulso para las Garras del Fénix. Creo que, en realidad, se convirtió en el segundo personaje de uno de los jugadores habituales, y precisamente por eso perdió todo protagonismo. Firath sobrevivió a todo el viaje de la Guardia de Lompûr, tanto en Pandemonium como por el Plano Telúrico. Pero cuando finalmente el grupo llegó a Antagis y se reunió con las Garras del Fénix, el tempranamente envejecido duergo se quedó allí, cuidando de la mansión de los Dracomonte (propiedad de Vilem) y ayudando a entrenar a algunos guerreros.

Ésta es una de las minis que más me gustan del grupo. Tanto la posibilidad de darle un cierto colorido, manteniendo ese rojo oscuro y azul neutro de todos ellos, como el poder mantener la barba pelirroja y la carne morena que están descritas como características de los barbígneos, y, sobre todo, el pintado apagado de los metales. El hacha, por ejemplo, me salió particularmente bien, tanto la madera como el metal e incluso la pequeña gema.








1 comentario:

  1. Bestiales como te han quedado las gemas del hacha y el casco.

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