Centinelas Grises

Preparando la partida para dentro de algunas sesiones (ya que los PJ no tardarán en finalizar sus aventuras en Bosquesquilmado), me he topado con que las aventuras que estoy adaptando, ambientadas en el mundo de Kalamar, suponen la existencia de una organización decidida a acabar con los objetos mágicos. Ya había pensado en algo parecido, así que he creído interesante adaptarla directamente. Aquí la tienen.

Orden de los Centinelas Grises

Propósito
Los Centinelas creen que el mundo sería un lugar mucho más seguro si no existiera la magia. Para ellos, cualquier avance o ayuda que se obtengan de los hechiceros o de los objetos imbuidos de Poder podrían también conseguirse de otra manera, menos peligrosa. Así pues, abogan por la destrucción de todos los objetos mágicos que encuentran. Algunos, más radicales, piensan que también sería necesario eliminar a los usuarios de Poder, pero suelen guardarse esa opinión para ellos.

Recursos
Los Centinelas Grises están organizados en pequeñas células independientes, generalmente en las grandes ciudades. Unos pocos miembros son comerciantes y pueden transmitir noticias e ideas de un grupo a otro, pero en general actúan por separado, lo que la convierte en una organización débil. Sus miembros son escasos, aunque tienden a ser de clase alta (pues ya se sabe que «la magia, como la muerte, iguala a todos»), y por tanto disponen de buenos fondos casi siempre.

Alcance
Esta organización puede ser un verdadero estorbo a nivel local, pero a una escala mayor muestra una clara tendencia a olvidarse de sus objetivos: cuando un objeto mágico se aleja de su ciudad, deja de ser un problema. En el Imperio de Braer el grupo (conocido allí como Centinelas de la Palabra) tiene una mayor fuerza por la tendencia de la población a ver con malos ojos cualquier tipo de magia. Sin embargo, en algunas poblaciones los Centinelas también desean la destrucción de los objetos rúnicos, lo que les enfrenta a la Iglesia de Antim.

Actividades
Para conseguir darse fama, los Centinelas Grises organizan, cuando pueden, una destrucción pública de los objetos que han conseguido reunir. La mayor parte de las veces, sin embargo, no se trata más que de algunos libros generales sobre aspectos mágicos o libros de sortilegios robados a un mago despistado.
En cuanto a la forma de conseguir dichos objetos, intentan en primer lugar comprárselos a su propietario. No obstante, si éste no desea deshacerse de ellos no dudan en saltarse la ley. La forma de organizarse refleja el rol social de sus miembros: los aristócratas que ponen el dinero se encuentran en la parte alta del escalafón y no se manchan las manos en robos, amenazas o violencia de ningún tipo. Estos actos delictivos son llevados a cabo por miembros de mucho menor poder adquisitivo, que cumplen con su «cuota de miembro» con este tipo de trabajos.

Notoriedad
El grupo nunca ha intentado pasar desapercibido, sino más bien al contrario. La población civil es en su mayor parte indiferente a sus maquinaciones. Las autoridades, por su parte, no tienen problemas con la organización en sí misma, ni ponen trabas a la destrucción de los objetos. Los robos y ataques, empero, han sido perseguidos en la mayor parte de ocasiones, aunque algunas monedas en los bolsillos adecuados suelen frenar las pesquisas.

Aliados y enemigos
Los Centinelas cuentan en Braer con el apoyo de la Iglesia de Antim, siempre que el grupo haya demostrado su aceptación de las runas sagradas y su objetivo sean objetos mágicos de otro tipo. En caso contrario, como ya hemos indicado, ambas organizaciones estarán enfrentadas, y los Centinelas llevan las de perder.
La organización también tiene en contra a todos los magos y a la mayor parte de grupos de aventureros, quienes consideran una verdadera molestia lidiar con estos exaltados.

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