Síndrome postvacacional en el taller


En la anterior entrada dije que llevaba ocho seguidas con el tema rolero, aunque en realidad en una de ellas presenté las miniaturas del grupo de juego.


Esas miniaturas me llevaron parte del mes de septiembre, cuando ya el calor remite y empieza a apetecer agarrar los pinceles otra vez. Las pinté con asombrosa rapidez (asombrosa para mí, que me tomo esto con calma, y hago sólo un par de sesiones por semana, y cada una de un par de horas), pero parece que luego el esfuerzo me dejó con algo de resaca. Además, ocupado con la preparación de la campaña para los Cayados de Levante, dejé un poco de lado el tema miniaturil.

Pero no está muerto lo que puede yacer eternamente, y por supuesto no tardé en recuperar este nuestro querido hobby. Y la responsable, paradójicamente, fue otra miniatura para los Cayados: una figura para su nuevo compañero, el PNJ Ferlino. Como se había unido al grupo, siguiendo el espíritu de la Guerra en Color, le preparé una mini sencilla (un guerrero de Rohan de plástico), pero que captaba las dos pinceladas que teníamos sobre el aspecto del personaje (bigotazo, lanza y escudo).


Luego, como en una de las próximas aventuras el grupo de héroes debía enfrentarse a un demonio, me puse con la figura que representaba a una criatura infernal en el viejo juego de tablero de La leyenda de Zagore. Se trata de otro pintado sencillo, donde lo principal es representar bien los volúmenes que en ocasiones oculta la calidad de la figura. En este caso, por ejemplo, la zona de los cuernos, la oreja y el hombro estaban aglomerados, y en el pintado fue necesario perfilar bien en sombra para crear un falso límite, y luego crear el volumen con los planos de luz.


Y ya que estaba con una miniatura de La leyenda de Zagore, tomé otra a continuación. Representaba a un herrero o algo así, pero me hizo gracia pintarlo como un cirujano. Con esa sonrisa y esas manchas, uno no sabe si fiarse mucho de él.


Eso es todo por ahora. La siguiente figura que tengo intención de pintar irá para concurso. Concretamente para el 1er Concurso de Héroes de Círculo de Sangre. Pueden leer las bases aquí. Les adelanto que el período de inscripción comienza en dos días, y se extiende por un mes. Las figuras, en esta ocasión restringidas a un conjunto bastante amplio de marcas, deben ir acompañadas de una historia (con un máximo de 300 palabras) y de la hoja de Capitán de Cofradía. El premio para los tres mejores son varias miniaturas de la fantástica gama de Tercio Creativo, a las que llevo tiempo queriendo echar el guante.


Por mi parte, voy a aprovechar que el premio que logré ganar por el 1er Concurso de Cofradías está dentro de las figuras permitidas, y presentaré mi versión del Campeón de Hierro, de Avatars of War. Como ven, he intentado hacer una versión un tanto más marcial de la figura.


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