[D&D] Verde de la Hostia - Hermandad del Segundo Aliento, sesión 0


Según Moltke el Viejo, no hay plan que sobreviva al encuentro con el enemigo. De aquí puede deducirse que no hay aventura planeada cuya estructura quede intacta tras su paso por la mesa de juego (aunque los jugadores –o sus personajes– no sean el enemigo de un director de juego).


Esto fue más o menos el caso de la población de Greenest en mis Reinos Olvidados (es decir, Verdísimo). Como quizá recuerden de la entrada anterior, en el marco de la campaña multigrupal "Demasiados problemas", había ampliado el contenido incluido en el capítulo inicial de Tyranny of Dragons sobre dicha villa. Mi propósito con ello era que los jugadores (o sus personajes) conocieran a los PNJ, descubrieran que aquella población estaba habitada por personas tridimensionales con sus dramas y pasiones, y, quizá, empatizaran lo suficiente con ellas para que el destino de su villa les importara.

El problema es que la mayoría de los jugadores se preocuparon, más que nada, en que sus personajes se conocieran unos a otros y se formara bien pronto el equipo. Y es que hay jugadores que no dejan fluir estas cosas y prefieren forzarlas.

Eso sin contar con que le pusieron un mote a la población (Verde de la Hostia).

Dado que nuestras sesiones son bastante largas, nos dio tiempo a hacer una sesión cero por la mañana (aunque poco más que para crear los personajes, tras mostrarles unas pinceladas de la Costa de la Espada y la ubicación de Verdísimo) e iniciar la campaña por la tarde. Para comenzar la partida fui saltando de un PJ a otro, colocándolos en diversas ubicaciones y entregándoles unas pequeñas notas que contenían misivas o mensajes de varios PNJ. Como veremos, esto enlazaba a los futuros héroes con diversos puntos de la campaña prevista (muchos proceden de la campaña Tyranny of Dragons, con mayor o menor número de cambios por mi parte). Estas notas habían sido preparadas sin conocer de antemano los personajes que iban a crear los jugadores, así que son un tanto genéricas y durante la partida me vi obligado a repartirlas un poco al tuntún.

Por mi parte, no había preparado ninguna escena importante antes del ataque a Verdísimo, con una excepción: un sueño / premonición / recuerdo que podía aplicarse a un clérigo, a un brujo o a cualquier personaje con dotes adivinatorias. Empecé justamente con esa escena ("Tira iniciativa", dije para comenzar la campaña, y me gané el asombro de la mesa).

En los próximos días presentaré a los miembros del grupo y contaré por encima las muchas cosas que sucedieron en esa corta primera partida.

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