Un par de trailers y un corto

Hoy os traigo, como habéis podido ver por el título, algunas cosillas que he visto anunciadas por varios blogs, y de las que me gustaría hacerme eco. Así que, desactivad el audio a la derecha de vuestra pantalla, y disfrutad.

El primer trailer, de la próxima de Nicholas Cage, Season of the witch. Aunque muestran demasiado (como siempre), aún me quedan ganas de ir a verla.



Y, cambiando completamente de tercio, Your highness, una obra de fantasía medieval en clave de humor. Que Natalie Portman salga en tanga medieval, le da mucho más valor, claro.



Y a eso le podemos añadir un corto con unas cuantas frikadas, The Freak Gate and the Shadows Keeper. Hay gente que está muy mal, y los de Blue Goblin Studio, que son los perpetradores de esto, están incluídos.

Diarios de campaña especial Halloween y nº 83

Como ya anunciábamos en el diario de campaña anterior, el grupo conocido como las Garras del Fénix tenían diversas tareas para realizar. En aquella ocasión, sin embargo, se obsesionaron ligeramente con sólo una de ellas (aunque era lógico): recuperar los objetos robados a Lenara. La verdad es que tuvieron bastante mala suerte: no insistieron en la intimidación de las personas adecuadas, y el roleo la verdad es que no estuvo a la altura; además, las tiradas no acompañaron.


Así pues, sabiendo cuáles eran sus prioridades, preparé algunas cosillas para ayudarles, proporcionándoles una manera alternativa de conseguir la información que no pudieron obtener en la primera ocasión. Aprovechando un consejo que leí en uno de los blogs que visito regularmente (no recuerdo si fue el Faterblog, el Ragnablog, o algún otro), decidí hacer una partida especial por Halloween: mientras preguntaban por la única pista que les quedaba, llegaron a la antigua casa de una simpática ancianita que les ofreció té, mientras un extraño humillo enrarecía el aire de todas las estancias. Un pequeño incidente (una pequeña bolita roja que caía dando saltitos desde el piso superior), llevó al grupo a separarse para investigar la casa. Y aquí es donde comenzaba el caos. No tenía absolutamente nada preparado para la partida, salvo que debían acabar descubriendo la relación entre el Tercer árbol desde las ruinas (nota que encontraron en el cadáver de un serpántropo) y el ataque contra Lenara. Así pues, fui hilando diversas escenas de películas de terror, mezclando elementos fantásticos y de nuestra realidad, saltando de una cosa a otra en cuanto los PJs atravesaban cualquier zona de paso (una puerta, unas escaleras, un pasillo). Las reacciones que provocaba en ellos hacían que me lo pasara verdaderamente bien, y les contagié mi buen humor, así que fue una partida muy interesante, que ayudó a romper la posible monotonía de las últimas semanas.



Dos semanas después, el ánimo de los jugadores era el idóneo para una partida donde las cosas fueran a su manera (ya que la anterior tenía el defecto de ser bastante lineal). Así pues, les dejé a su aire por la ciudad de Canalburgo, y ellos solitos se metieron de lleno en varias escenas de roleo: consiguieron un trabajo para infiltrarse como espías en la Guardia del Pantano y disfrutaron de la feria especial organizada por la inauguración de la nueva Casa del Aventurero. Como colofón, un extraño trató de secuestrar a Vaire, aunque en realidad el plan no provenía de los Hojamarga (como sospechaban los jugadores), sino de un enemigo de éstos. Su intención, sin embargo, no se vería clara hasta la siguiente partida. Una vez más, el Narrador cerraba el día con un cliffhanger, con Lenara (que había intentado ayudar a Vaire, siendo herida en el intento) viendo alejarse el carromato en el que viajaba su amiga, y el resto del grupo repartido por la enorme ciudad de Canalburgo.


PD: Por si a alguien le es útil, la última foto es un enlace a una página donde pueden crear mensajes de secuestro. ¿Tal vez como handout en una partida de misterio? ¿Para acojonar al jefe? La Posada del Narrador no se hace responsable de ningún perjuicio que pueda surgir del uso indebido de sus enlaces. Gracias.

Born of Hope

Les debía esta entrada desde hace algunas semanas, sobre todo a mi amigo Antonio, que es quien me comentó la existencia de la película que hoy les traigo.


Corría mayo del 2009 cuando les hablé de The Hunt for Gollum, un fan-film creado por Independent Online Cinema. Pueden ir a la entrada correspondiente para obtener algunos detalles adicionales y visitar la página donde podrán descargar la banda sonora y ver la película.


Hoy les traigo una nueva historia basada también en una de las historias secundarias de la Tierra Media. En concreto, en Born of Hope veremos la unión de Arathorn II y Gilraen, así como los años de Aragorn II previos a su estancia en Rivendel. Aquí tienen la página de la película. Pensaba, por el aspecto general de la página y por varios detalles de la propia película, que estaba hecha por la misma gente; sin embargo, tras Born of Hope se encuentran Actors at work Productions, liderados por Kate Madison (que al parecer ayudó a los creadores de tH4G, por lo que no andaba yo desencaminado).


Lo bueno de ambas películas es que una de sus pretensiones es mantener una cierta coherencia estética con la trilogía de eSdlA, sobre todo en lo que respecta a la banda sonora, el vestuario y los ambientes. En el caso de Born of Hope, además de igualar de forma sensacional el aspecto de los orcos, ¡se atreven con un troll!


Como no todo puede ser bueno, pondré un par de objeciones, ambas comparando esta película con The Hunt for Gollum. En primer lugar, que la trama es muy ligera, lo que combinándose con que se alarga a lo largo de varios años resulta en un poco de lentitud general. Por otra parte, el uso de la cámara lenta es excesivo, sobre todo en la parte final, que tiene una cantidad abrumadora de metraje en cámara lenta. Salvo por ese par de detalles, uno puede ver Born of Hope, seguir con The Hunt for Gollum, y a continuación tragarse El Señor de los Anillos, sumando unas 15 horas de visionado. Ahora sólo falta que el proyecto para El hobbit (en dos partes, según dicen) siga adelante.



Experiencia

Pues después de la tontería del otro día, por fin haremos una entrada en el blog. Últimamente llevo un tiempo sin hablar de rol por aquí, y eso podría significar (dado que el blog trata de mis intereses) que no estoy ahora mismo con ello (como sucede con el pintado de las minis: no hay entradas, porque no tengo tiempo para pintar). Pero nada más lejos de la verdad: no sólo seguimos con la campaña de los Dos Imperios a un ritmo más o menos normal, sino que además mi cabeza siempre tiende hacia ese tema. Simplemente, también ando metido en otro proyecto. En las próximas entradas trataré de darle la vuelta a esa última tendencia.


Para hoy tenía pensado tratar el tema de la experiencia, sin la cual nuestros personajes no conseguirían avanzar en sus respectivas carreras. Naturalmente, hay juegos en los que no es casi necesaria. En otros, por ejemplo en los juegos ambientados en los mitos de Lovecraft (el verdadero juego de Cthulhu, el de volverse loco o morir en el intento), la verdad es que casi ni tiene sentido. Sin embargo, en la mayoría de los juegos, la experiencia permite al personaje ir mejorando sus distintas capacidades.

Hasta aquí, nada que todos no sepamos. Ahora bien, existen dos sistemas generales para manejar la experiencia. O al menos, desde aquí pensamos en dos sistemas (a los que puede añadirse un tercero basado en la combinación de las otras). El primero se basa en escalones (llamados comúnmente 'niveles'), que se alcanzan al llegar a determinado valor de experiencia; en ese momento, el personaje adquiere algunas habilidades nuevas (a veces, con elección del propio jugador; otras, definidas por la clase de personaje) y aumenta algunos atributos. El otro sistema, mucho más minoritario, toma en consideración un proceso de 'compra' de estas mismas habilidades, así que el personaje va almacenando experiencia hasta el momento en que el jugador decide en qué gastárselos. Uno y otro tienen partidarios y detractores, y por supuesto algunos puntos favorables y otros flacos. Por poner un ejemplo, la subida de nivel en forma escalonada se aleja más de un aprendizaje 'real' y a veces puede encorsetar a un personaje según su tipo de personaje. Por su parte, la compra de atributos no es la forma más indicada para jugadores con pocas horas de juego, o incluso jugadores experimentados pero que no conozcan el sistema.

¿Quién es el novato?

Para otras clasificaciones y ejemplos, pueden ver la entrada que Athal Bert hizo de este tema en su Laboratorio: ¡enlace!

En nuestro caso concreto, los roleros que conformamos las Garras del Fénix hemos ido perfilando el Sistema del Dodecaedro en función de nuestras necesidades y experiencias. En él abogamos por la segunda de las opciones: la compra de habilidades, más que nada porque nos ha permitido seguir una campaña de seis años de duración (y lo que nos queda), con los mismos personajes. Con un sistema que no quiero nombrar ahora mismo, habríamos superado los niveles "épicos" hace mucho, mucho tiempo.

En nuestra última sesión, además, experimentamos con una forma de otorgar los puntos de experiencia (que llamamos, por aquello de ser originales, Puntos de Mejora). Lo desgloso a continuación, por si alguien desea adaptarlo a su sistema:

  • Punto por asistencia: el personaje cuyo jugador haya estado presente en la sesión se lleva 1 PdM.
  • Puntos por misiones: todos los personajes se llevan 2 PdM por cumplir misiones o búsquedas sencillas, 5 PdM por superar tramas secundarias, y 10 PdM por cerrar arcos argumentales largos. Es el Narrador el encargado de indicar si durante la sesión se ha llevado a cabo alguna de ellas (aunque, lógicamente, las más grandes gestas sean evidentes).
  • Puntos por interpretación (o puntos al jugador): cada jugador apunta en una hoja aparte el nombre de dos de sus compañeros, otorgándoles 3 PdM a cada uno, basándose en la cantidad y calidad de su roleo. Es decir, de si el jugador ha interpretado a su personaje.
  • Puntos por valía (o puntos al personaje): cada jugador apunta en una hoja el nombre de tres de sus compañeros, otorgándoles 2 PdM a cada uno, en función de la actitud moral o ética del personaje, de sus actos de compañerismo, de su fidelidad al código que supuestamente sigue,... Es decir, del valor que el personaje tiene en el grupo.
  • Puntos por acciones especiales: esta es una especie de nominación especial de los dos apartados anteriores. El Narrador lanza las siguientes dos preguntas al grupo: "¿Alguien cree que alguno de los personajes ha llevado a cabo algún acto heroico digno de mención? ¿Alguno de los jugadores ha tenido hoy una actitud especialmente buena?" Ejemplos de ellas pueden ser momentos estelares en que alguien salva al grupo al completo, o disposiciones que permiten acelerar la aventura o evitar una discusión en la mesa de juego. Responder alguna de estas preguntas debe hacerse en voz alta, y el resto de jugadores debe estar de acuerdo. En función del caso concreto, el Narrador otorgará entonces (siempre según el criterio de los jugadores) entre 1 y 4 PdM a ese personaje.
  • Puesta en común: se suman los PdM otorgados por los jugadores en los apartados de interpretación y valía, dividiéndolos por el número de jugadores; el resultado es añadido a los PdM de cada personaje. Por ejemplo, si tenemos 5 jugadores (cada uno con un personaje), los puntos del personaje 1 se calculan sumando los otorgados para él por los jugadores 2, 3, 4 y 5, y dividiendo por 4. Luego el Narrador hace 'algunos arreglillos'.
  • Un par de consideraciones finales: Muchas veces, en ciertos puntos de la sesión, el Narrador otorgará Puntos de Mejora para premiar algún acto que puede entrar en las categorías de interpretación y valía. En ese caso, esos puntos se sumarán al total; sin embargo, ese acto no podrá ser incluido en la categoría de acciones especiales. En los casos en que un jugador no acuda a la sesión y su personaje sea llevado por otro jugador, no sólo no recibe el punto por asistencia (lo que es lógico), sino que es muy difícil que obtenga puntos en las otras categorías, salvo en los puntos por misiones.
Pues eso ha sido todo. Espero que no haya sido demasiado lioso, y que le pueda servir a alguien. Para cualquier duda, ya saben dónde encontrarme.