Prolíficas semanas

Hoy, de nuevo, he tenido que currar. Casi ni me acordaba. Afortunadamente, han sido cinco semanas muy bien aprovechadas. Pasemos a resumirlas:

- En cuanto a mi segundo trabajo (todavía no remunerado), durante las dos últimas semanas conseguí escribir al menos 3 horas cada día, y he conseguido dejar terminados dos capítulos completos de Balada paelia. Con eso, ya llego al 25 %. Naturalmente, todavía quedarían muchos repasos y cambios en la forma, pero el contenido es definitivo (y eso es lo que más me cuesta).

- Y de estudios (que pasado mañana tengo cuatro exámenes !!!), en la primera semana, todavía en julio, dejé encarrilado el primer cuatrimestre del nuevo año, al terminar los resúmenes de asignatura y media.

- De lectura, el verano ha ido bien surtidito. He logrado terminar algunos de los que tenía pendientes desde hace tiempo: El retorno de la sombra (Historia del Señor de los Anillos I), Los cuentos perdidos I (Historia de la Tierra Media I), Las crónicas de Elric I (Elric de Melniboné y La Fortaleza de la Perla), Brisingr (Saga de El legado III), además de devorar (como siempre) dos libros de la saga del mundodisco de Terry Pratchet, Ladrón de tiempo y La verdad.

- En cuanto al pintado de miniaturas, conseguí terminar la base para la mini de Idriel, y comencé a pintar a Vilem (¡en tonos negro-militares!).

- El gran damnificado de este verano es el rol, porque casi no he tocado ni personajes ni aventuras. Lo solucionaremos jugando cada quincena durante mucho, mucho tiempo.

- Recién mudado a Sagunto, recorrí día tras día sus calles, y visité todo lo interesante. Eso, en la primera semana. En la siguiente, renové mi DNI (que tenía caducado desde hace dos años y medio) y mi carnet de conducir.

- Y, por supuesto, este año, sí. Las dos últimas semanas de agosto, mi querida Eva y yo (junto con Syrio, Faran y Beldar) nos fuimos a Benidorm. Tiempo aprovechado al máximo que, como siempre, llegó a hacerse corto: paseos, piscinas, helados, gofres, Terra Mítica, compras, cena en Lucciano y China Town, la compañía de dos parejas en dos fines de semana distintos,...

En fin, tremendas vacaciones...

Los Cayados en el Bosque de Biritua (III)

Habiendo aprendido un par de cosillas a partir de los sueños de Olië, los Cayados de Levante se internan una vez más en el bosque para intentar acabar con la amenaza. Esta vez, sin embargo, Idriel y Norath buscan, ellos dos sólos, una puerta trasera, por la que consiguen colarse en el torreón. Habiéndose tomado la Poción de Invisibilidad y deshaciéndose de los guardias (que tenían urgencias variadas) gracias a los poderes mentales de Idriel, aprendidos bajo la tutela de Magnus, los dos, a solas, consiguen penetrar hasta el segundo piso. Lamentablemente, al final los guardias advierten su presencia, y la reunión entre Sänaha Rensa y el líder de los Magos Carmesíes finaliza bruscamente. Sin embargo, nuestros héroes no se rinden, y siguen a Rensa por la escalera. Y bueno, él se gira y descerraja un tiro con su trabuco en la cabeza de Norath, dejándolo seco en el acto. Idriel es capturada, pero logra averiguar que el lider del ejército invasor también fue pupilo de Magnus (y de ahí, sus poderes) y que la invasión ha sido en realidad concertada entre él y el Emperador. Habiendo oído el tiro, el resto de los Cayados comienzan a acercarse al torreón, pero Olië ya sospecha que esto en realidad no está teniendo lugar, y logra despertarse bañada en sudor. Todavía quedan dos días de viaje.
De nuevo, con una Olië desesperada, los PJs se internan en el bosque. Pero esta vez, y como Rensa parecía conocer a Idriel (que no al contrario), deciden anunciarse directamente. Son llevados a presencia del líder invasor, y la trama que se presenta ante ellos les agobia: el trato entre Rensa y el Emperador tendría como resultado el matrimonio entre aquel y la hija de éste, y la invasión es un método para descubrir traidores en las provincias del sur.
Los Cayados se olvidan del tema, y deciden seguir adelante. Desean viajar de nuevo a la capital, así que hacen un alto en la ciudad más próxima para reponer víveres y recuperar energías, y allí logran enterarse de que se ofrece una recompensa por el dragón Belärthrinox Magnus el Verde, maestro de Idriel.
El viaje vuelve a comenzar.

Partidas pasadas, sin reportaje

Durante los dos últimos meses, desde que acabé exámenes y hasta la semana pasada (última partida hasta el momento), hemos jugado unas cuatro partidas. De ellas, sólo hay fotos de la primera (que hicimos en el campo, para celebrar mi cumpleaños) y de la última.
Todas ellas, independientemente de que tengamos recuerdos o no, has resultado ser algo tediosas: hemos hablado demasiado de nuestras cosas durante horas (ya sean temas frikis o cosas de la vida diaria), mientras dedicábamos casi nada de tiempo a lo que es propiamente jugar (creo que todos hemos estado de acuerdo en las ocasiones en que lo hemos hablado, pero caemos en lo mismo una y otra vez), y el tiempo de juego se ha reducido en muchas ocasiones a llegar a un sitio nuevo y tener uno o dos combates que se alargaban en el tiempo (vamos, lo que en otras partidas nos duraba media hora).
Y tengo claro que, en la mesa de juego, aunque todos tenemos que remar en una misma dirección, el capitán del barco soy yo. Esperemos que después de este nuevo descanso de rol (porque ya tengo claro que va a ser imposible jugar hasta el 6 de septiembre) me lo tome con más ganas. Creo que es esencial que vuelva a mis partidas de antes: con más poblaciones, aunque sean pequeñas, donde poder ofrecer ganchos cómodamente; con más tesoros; y con menos guión.
Y para el que le interese qué sucedió en esas partidas, puede leer las tres entradas de "Los Cayados en el Bosque de Biritua" en el blog de la campaña.