Entre preparaciones para los exámenes, y enfrascado ya en la primera semana de los mismos, este mes de mayo ha pasado muy rápido, y no he podido publicar más que dos entradas (tres, con la presente). Hoy les traigo el reportaje fotográfico de nuestra penúltima partida. Ya saben lo que eso supone: mi salón convertido en un búnker de cola-kongas, dados, panchitos, y fichas de personaje...
La partida estaba situada en esta ocasión en el imperio de levante, y los PJs debían conseguir un manuscrito que contenía las líneas de sangre de la realeza, y destruirlo.
Ante el peligro continuo de las bajas de jugadores, algo habitual con nuestra edad, un servidor está siempre dispuesto a abrir la mesa para buscar nuevos incautos:
La mesa, de izquierda a derecha, compuesta por Alfredo (que llevaba a Olië, la hechicera de Guillermo, que hoy no venía), Anabel (con el druida), Roberto (con el diplomático Jirebrak), Ana (que comenzaba con su nuevo cazarrecompensas), Guillermo (uno de los incautos, que llevaba al enano de Alfredo -más sencillo de manejar que la hechicera-), y mi querida Eva (con la discípula del dragón verde, Idriel).
Azahara (la otra incauta, y novia del anterior) ocupaba la silla vacía, pero en realidad no jugó, más preocupada por su oposición. Eso no quitó para que le encantaran los "dados raros":
Mirando con detenimiento, a la izquierda:
Al centro:
Y a la derecha:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que mono de jugar!!! y viendo las fotos de la última partida más aun... además con las ganas que tengo de torraeta, solecito y campo... Las próximas fotos para la celebración de tu cumple jejeje.
ResponderEliminarNorrrrrrr, que todavía quedan por publicar las fotos de la última...
ResponderEliminarTengo un tick en la mano. Es como si lanzara dados. Pero no estoy jugando. Tengo miedoooo, la abstinencia es peor que el viciooo.
ResponderEliminar(Increíble, unas fotos de partida y yo no salgo, alucinante).