Lo que me contó a continuación confirmó mis sospechas, y me deparó un par de nuevas sorpresas.
Incluso después de pasados unos días, lo que Beldar, el albo de los bosques de Arek, me reveló me causa gran conmoción, y paso alternativamente de la inmovilidad producto de la sorpresa a una actividad febril en busca de nuevas noticias.
Le dejé hablar sin osar interrumpirle mientras me fue posible, agradecido al fin de que la muralla de ignorancia y desconocimiento se agrietara, y así pude descubrir el gran engaño pergeñado por el pueblo albo, con Aralin Dulag a la cabeza... ¿Era Crecida? ¡¡¡¿Primera era?!!! ¡Era de los Mentirosos Albos!, debíerase llamar... Como odio esos intentos de ocultar la verdad y sumir a los pueblos civilizados en la humareda de la barbarie.
La memoria del pueblo albo se pierde, en realidad, mucho antes de la supuesta creación de Lüreon, tal y como algunos ya sospechábamos... Existe, al parecer, una constante temporal que provoca el dominio sobre nuestro mundo de una única especie, mientras las demás se hallan, o bien desarrollándose, o bien en decadencia. Sin embargo, el período en el que se extiende este dominio está acotado en ambos extremos por las salidas demoníacas: como término de inicio, puesto que anula la civilización anterior y permite el desarrollo de la nueva, y dos milenios después, como término final, ya que acaba con ésta, y otra la sustituye.
Por lo que Beldar me contó, la especie duerga llegó a dominar Lüreon unos tres mil años antes del surgir de los albos, y nadie sabe lo que sucedió antes de aquello. De hecho, es poco lo que se sabe de este período, pues los mismos duergos parecen haberlo olvidado: existían siete reinos, con sus siete coronas, que llevaron la ciencia y la tecnología a cotas nunca vistas. De estos reinos proceden las siete razas duergas de la actualidad. En este período se creó el Corazón de Lüreon, un artefacto rúnico de inmenso poder del que jamás había oído hablar, y que despertó de forma especial mi curiosidad.
Sin embargo, llegaron los demonios, y la mayoría de esos conocimientos se perdieron en la defensa contra ellos o en el aislamiento posterior, porque la predilección de los duergos por construir ciudades en cuevas y montañas surge en realidad de este momento.
Los duergos fueron sustituidos por los gigantes. Totalmente desunidos, crearon una serie de reinos con alianzas y fronteras cambiantes, que, a pesar de sus grandes conocimientos en materia militar y de su gran número, poco pudo hacer para evitar la invasión demoníaca.
En esta ocasión, se sabe que los demonios no llegaron tan al norte, y el ascendente Reino albo de Lustal comenzó a crecer en territorios y conocimientos, eliminando o expulsando hacia el este a los grupos de gigantes que encontraban.
Aquí llegamos a las tres eras que ya conocíamos, pero las preguntas no han hecho más que aumentar.
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Si que surgen muchas preguntas, pero la más importante... ¿CÚANDO VAMOS A PODER LEER TODO ESTO EN UN PEAZO DE LIBRO? esperemos que este verano puedas avanzar que las ansias no son buenas. Besos.
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