Cuarenta días hace que se jugó la partida cuyas fotos voy a colocar a continuación. No ha habido un motivo concreto para no colocarlas antes, pero allá vamos.
Desde los primeros años (que ya vamos por los cinco y pico) nuestro grupo de juego ha visto altas y bajas, pero nunca su número fue tan bajo. Tanto, que ese día la falta de Ana dejó un hueco en la mesa. En concreto, allí estábamos Guille y Roberto:
Y Alfredo, Eva y un servidor:
Como se nota que todavía hacía calor. Y éste era la causa de que, ya por la tarde, mi querida Eva tuviera algo de sueño:
Alfredo parecía querer raptarse a sí mismo, como el 'Esmirriao':
Rob ponía una de sus caras:
Y Guille quería competir:
Pero, ante esto, toda contestación es fatua:
Y después de ver a nuestro ogro particular, un par de imágenes de la partida. En la primera, el grupo a punto de asaltar a unos albos que han asaltado el Santuario de Hurion:
Y, poco después, se descubre, gracias a un Destructio Potestatis, que en realidad son imperiales:
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Eh! Que hemos sido menos todavía.
ResponderEliminarHaz memoria haz.
Siii, tu y yo como jugadores, en aquella partida mítica en mi chalet, que luego se sumó mi hermana, creo recordar que adelantamos y todo...
ResponderEliminarNo me refería a una única partida... sino a un período extenso.
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