Cuanto tiempo ha pasado...
Hoy les traigo ya terminada la figura que les mostré montada en esta entrada.
Como pueden observar en la siguiente imagen, se trata de una estatua de bronce (con manchas abundantes de verdín), sobre una columna de piedra azulada, colocada sobre una fuente helada, todo ello salpicado aquí y allá con nieve. Ésta es la parte trasera:
Hoy les traigo ya terminada la figura que les mostré montada en esta entrada.
Como pueden observar en la siguiente imagen, se trata de una estatua de bronce (con manchas abundantes de verdín), sobre una columna de piedra azulada, colocada sobre una fuente helada, todo ello salpicado aquí y allá con nieve. Ésta es la parte trasera:
La estatua en detalle (lo bonito es que, al pintarlos, no se aprecia diferencia entre los materiales de que está formada -peltre, cartulina y metal de diferentes procedencias, incluyendo un clip-):
En la parte delantera destaca el trabajo sobre el pebetero y la inscripción:
Desde lo alto, vemos las placas de hielo y nieve, en diferente grado de congelación, y también el apaño que le hice al fuego del pebetero (pegué un poco de algodón sobre la masilla ya pintada, mojándolo con una mezcla de tinta negra, agua y cola blanca):
Y lo mismo en otro ángulo. He de confesar que mi intención era hacer la fuente en pleno funcionamiento, pero el Efecto agua de Citadel reaccionó con las tintas de la capa base, y al final opté por pintar en diferentes tonos de negro y azul y aplicar una capa de esmalte endurecedor de uñas.
Asi queda muy bien, si. Ya me gustaria saber pintar asi.
ResponderEliminarTe ha quedado chulísima. Para recalcar el efecto metálico de la estatua, con ese aspecto verdodoso como de óxido del bronce me encanta.
ResponderEliminarGracias, gracias.
ResponderEliminarEl verdín del brone lo hago aplicando Verde Antiguo (de Rackham) muy diluido. Así de fácil, pero queda siempre espectacular.
Siempre aconsejado de su queridísmoa churri XD te queda genial y tu lo sabes jejeje.
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