Tras el éxito cosechado por Diseña tu ambientación: Día de Fiesta (lo más leído de este blog), voy a intentar crear una serie de entradas basándome en una idea sencilla extraída de nuestra realidad histórica y analizando las implicaciones que pueda tener su aplicación sobre un mundo de fantasía.
Algo que siempre me ha llamado la atención es la existencia de aventureros en las ambientaciones de fantasía. En general, se entiende que el grupo de PJ no es el único que anda vagando por el mundo "desfaciendo entuertos", pero supongo que la cantidad de personas dedicadas a ello no es muy grande. ¿O sí podría serlo? ¿Podemos considerar a los aventureros una clase social diferente de las otras? ¿Qué relaciones establecen con las comunidades más 'normales'? Éstas y otras cuestiones, aunque no son básicas en absoluto para crear una ambientación o para dotarla de profundidad, creo que pueden dar lugar a equívocos y faltas de verosimilitud si no son contestadas.
Pero darles respuesta encuentra una dificultad bastante grande: hablamos de fantasía, de algo imaginado y no verdadero. Así pues, cualquier resultado deberá basarse en una extrapolación de los datos de nuestra historia real. Lo que pretendo en esta serie de entradas es averiguar algunas cosillas sobre la sociología del medievo, e intentar modificarlas con la presencia de seres y criaturas fantásticas, objetos y poderes mágicos, para, posteriormente, centrarme en cómo afecta a todo ello la presencia de grupos de aventureros. Intentaré hacer una síntesis de ideas sobre economía y sociedad (fusilando sin reparos algunos artículos de la Wikipedia y la Encarta), para luego aplicarlo a nuestro ámbito. El tema que tratamos es tan amplio e incluye algunas nociones tan entrelazadas, que debo en muchos casos resumir y tomar sólo lo que necesito, o generalizar algunos resultados.
Hoy comenzaremos con una noción sencilla, que puede ayudarnos a establecer el tipo de sociedad existente en nuestra ambientación. Se trata de averiguar qué modo de producción es predominante, lo que estará relacionado con el nivel tecnológico y también con las diferencias sociales existentes. Para ello usaremos los diferentes modelos definidos por Marx, teniendo claro que pueden coexistir en diferentes comunidades. Por supuesto, los ejemplos que doy son válidos en mi propio mundo de juego, Lüreon, y pueden ser modificados al gusto de cada cual.
~ Modo de producción primitivo: Propio de las comunidades poco avanzadas. La propiedad de la tierra sería colectiva, y la distribución de los productos igualitaria. No existe un excedente que permita la creación del comercio con otras comunidades, o la presencia de una clase no trabajadora: la sociedad se organiza en grupos (dedicados a la caza, la pesca y la recolección), pero con ello no se crean capas sociales diferentes. Según la época y el lugar, esta sociedad desembocó en el modo esclavista
o el feudal, ya sea por evolución propia o por conquistas (sufridas o realizadas).
En nuestra ambientación, este tipo de sociedades pueden encontrarse aisladas, típicamente en una isla alejada o un valle cerrado. Por otra parte, muchas criaturas pueden formar este tipo de comunidades. Verbigracia, los lakertántropos (hombres-lagarto) que habitan en un pantano aislado de la civilización es muy posible que estén divididos en castas (guerreros, recolectores, cazadores) cooperando por el bien del clan, y responderían a este modelo. Pero cuidado: si los guerreros comienzan a ejercer el dominio sobre sus congéneres y obtienen beneficios mayores nos encontraríamos con otro modelo.
~ Modo de producción asiático (despotismo hidráulico):
Propio de un Estado que controla un recurso único y necesario, causando
que muchas aldeas deban tributar a un poder fuertemente centralizado.
Sucedió en Egipto, en Babilonia, y más modernamente en naciones como China o la Unión
Soviética, gobiernos que controlaban los canales de irrigación: las
personas leales reciben una abundante cantidad de agua para sus
cultivos, mientras que las menos leales reciben muy poca o ninguna. El
caso de Egipto es ejemplar, ya que sigue un ritmo cíclico, milenario, en
el que decae el poder central y la vida en las ciudades, con la
anarquía rompiendo la unidad, y los templos y señores locales alcanzando
a controlar, de forma independiente, a los campesinos obligados al
trabajo (de ahí las denominaciones de Imperio Antiguo, Medio y Nuevo, y los períodos intermedios entre ellos).
En nuestra ambientación, puede ser interesante tener alguna nación con este tipo de economía, que puede dar lugar a muchas aventuras en la que los PJ deban enfrentarse a las fuertes injusticias a que puede dar lugar este modelo, sobre todo en naciones fracturadas por el control de señores locales semiindependientes. ¿Qué hay de nuestros hombres-lagarto? ¿Controlan los guerreros el acceso a cierta planta o a la carne de las presas, y sólo permiten que la consuman los más leales de los suyos?
~ Modo de producción esclavista: Propio de sociedades militarizadas, con fuertes diferencias sociales. Aunque puede existir un fuerte desarrollo intelectual, y algunos individuos pueden amasar grandes fortunas, las técnicas son rudimentarias y tradicionales, basadas en el trabajo de mano de obra esclavizada.
El ejemplo histórico del que podemos sacar mejor partido es el que fue
llevado a sus últimas consecuencias: en la antigua Roma las conquistas
militares proporcionaban muchos esclavos, que permitían sustituir a los
campesinos libres en el trabajo, de tal manera que éstos podían cumplir
sus obligaciones militares, y el estado continuaba la guerra y la expansión. Por
otra parte, los libertos (esclavos liberados) y los soldados licenciados
pasaban a ser campesinos en las nuevas tierras, lo que permitía
recomenzar el proceso. Pero extender el derecho a la ciudadanía y la posibilidad de sustituir el
servicio militar por un pago obligó al uso de mercenarios bárbaros para
defender las fronteras (que habían dejado de expandirse). La crisis
ideológica, entre otros resultados, conllevó la liberación de muchos
esclavos, por lo que el modo esclavista acabó llevando por sí mismo al sistema feudal.
En nuestra ambientación, la pregunta de si existe o es común la esclavitud surge con fuerza. ¿Existe comercio de esclavos? ¿Se añade a él un conflicto racial? ¿Luchan otras naciones para frenarlo? Aunque la respuesta sea negativa, ¿alguna nación mantiene esclavizados a los prisioneros de guerra? ¿Qué pasaría si un grupo importante de serpántropos (hombres-serpiente) se impusiera a la comunidad de lakertántropos del primer ejemplo, obligándoles a construir en el pantano un templo a su oscuro e intrigante panteón? ¿Lucharían los PJ por liberar del yugo a los hombres-lagarto?
~ Modo de producción feudal: Es el típico que encontramos en la mayor parte de ambientaciones de fantasía (las más comunes en las mesas de juego), por lo que nos detendremos un poco más.
Entre los avances de la época medieval cabe destacar el aumento en
el uso de las acequias para el riego de grandes superficies y de los molinos de agua como fuerza motriz (tanto para la harina como para el
aceite),
extendiendo los cultivos y liberando mano de obra que puede dedicarse a
otras tareas más productivas. Además, mejoran los métodos de enganche de
los animales, especialmente el caballo y el buey. La cría del ganado de tiro
aumenta de manera notable y permitirá disponer de animales en
abundancia. También se cría el caballo de combate, que cambiará las
prácticas de la guerra en detrimento de la infantería tradicional. Los
instrumentos de uso agrícola, generalmente de
madera, son sustituidos por otros de hierro, lo que es especialmente útil
en las zonas donde la tierra
turbosa y muy húmeda era difícil de trabajar. Ahora el arado penetra
más, airea la tierra con mayor facilidad y permite la obtención de
cosechas en espacios antes baldíos. Se
extiende un sistema de barbecho distinto que posibilita la rotación de
suelos cada dos de tres años mediante la quema de rastrojos, en vez de
uno de cada dos, y se abandona la práctica del cultivo itinerante. Entre los alimentos, además de las habas y el trigo, se incorpora a la
dieta la avena, tanto para personas como para animales, cuyo engorde es
más rápido y garantiza la alimentación en periodos de sequía y en los
duros inviernos.
El aumento de la producción supone que los siervos trabajen menos horas para sus señores, sustituyéndose por el pago de una
cuantía económica o en especie. Al mismo tiempo, los campesinos ganan algo de independencia, al
disponer de más tiempo para procurarse sus ingresos. En algunos lugares, sólo son convocados
a trabajar para su señor en los periodos de laboreo con gran necesidad
de mano de obra, como la siega. La acumulación de los impuestos por parte del señor provoca una
mayor acuñación de moneda. Aparecen las primeras
grandes fortunas y los señores hacen ostentación de sus bienes, muchos
de ellos traídos de lugares alejados. El Alto Clero comienza a disponer de
recursos con los que edifica las iglesias, catedrales y palacios
episcopales.
Aumenta el número de tierras roturadas y comienza un periodo de
eliminación de los bosques, drenaje de las tierras
empantanadas, extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y la
construcción dispersa de casas campesinas. Las tierras de pastos
en las laderas más difíciles de arar y los terrenos de labranza en el
resto se hacen comunes en muchas zonas. Este crecimiento de tierra útil es en su mayor parte obra de los propios campesinos (gracias a que tienen más tiempo) y no tanto de los señores (que han ido abandonando el deseo de acrecentar los latifundios). El señor controla muchas veces la venta de materiales y aperos de labranza a
sus campesinos, lo que le garantiza un control importante sobre los
siervos.
Las mejores zonas atraen a una mayor masa de
población y se producen migraciones. El
crecimiento poblacional es notable, y los períodos de hambrunas se reducen.
Este incremento se realiza merced a una mayor tasa de natalidad, si
bien la de mortalidad se mantendrá más estable.
Los excedentes facilitan el comercio más allá de
las fronteras del señorío. Las actividades comerciales permiten que
surja una incipiente burguesía (los mercaderes), que en su origen eran
campesinos que aprovechaban los tiempos en los que no era necesario el
trabajo de la tierra para comerciar, y que deberán realizar su trabajo
pagando igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos.
El lujo al que aspiran los señores con el incremento de las
rentas, favorece la aparición cada vez más frecuente de artesanos. Las
rutas de peregrinación son los nuevos caminos por donde se abre el
comercio, y las comunidades situadas en sus vías de acceso florecen ofreciendo
hospedaje, comida y ropa. Esta venta directa al consumidor permite a
muchos campesinos aportaciones extras a sus arcas. Se incrementan las
tasas de tránsito, peaje y mercados. Las ciudades son al mismo
tiempo espacios de defensa y de comercio conforme avanza el tiempo y se
va gestando una nueva sociedad en torno a los burgos.
En nuestra ambientación, como hemos dicho, este modelo será usado en la mayor parte de naciones. Puede tratarse desde un sistema feudal en desarrollo, con muchos señores locales y los poderes centrales muy disminuidos, hasta un medievo casi acabado, cuando el poder social va pasando a las ciudades y la moral comienza a centrarse en el poder de la persona, más que en el de una deidad.
~ Modo de producción capitalista: Propio de una comunidad en la que se establece un contrato entre un trabajador y un capitalista, en el que el primero vende su fuerza de trabajo a cambio de un salario. Estos conceptos están muy alejados de una ambientación fantástico-medieval típica, aunque pueden ser usados en una más moderna o de tipo steam-punk. Creo que no es necesario explicar un modelo socio-económico en el que nos hallamos actualmente.
Y hasta aquí. En una próxima entrada de esta serie, intentaré desgranar los estratos sociales dentro de una sociedad feudal. ¡Estén atentos!
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