Las gentes de Lüreon piensan que los albos comparten las creencias de los cábiros de Nylia, y adoran por tanto al panteón liderado por Daruqu y Tariqte. De hecho, la mayor parte del mundo piensa que los nylios tomaron ese panteón de los albos, años después de las Guerras del Delta.
Sucedió más bien al contrario. Al comienzo de dichos enfrentamientos, los albos estudiaron a sus enemigos. Entre otros detalles, se encontraron con un panteón fragmentado que contaba con versiones radicalmente distintas. El afán artístico llevó a algunos de ellos a la reescritura de estos mitos, lo que ayudó a que se fijara una tradición más homogénea.
Otro día hablaremos de esa tradición, mientras que hoy nos centraremos en las creencias auténticas de los albos. {Si en lo siguiente encuentran parecido con el sintoísmo o el tengrismo, no andan equivocados}
Los primeros lugares sagrados fueron simplemente parajes naturales de notable belleza, cercados por una sencilla cuerda o una cerca de madera. Pequeños altares familiares, estatuas en la orilla de los caminos o de los ríos, y con el tiempo grandes santuarios, fueron elevados para adorar al fea.

Algunas personas, por la unión especial entre su alma y el conjunto de Lüreon, son capaces de comunicarse en ciertas ocasiones con estos espíritus, solicitándoles favores y ruegos. Este acceso especial al aspecto más terrenal del fea ayuda a las comunidades a mejorar sus condiciones de vida o a luchar contra sus enemigos. La persona dotada con estas habilidades es llamada Dama o Señor de la Canción.
Una capacidad más que útil la del Señor de la Canción. Supongo que es posible que algunos se erijan "sacerdotes" de su comunidad.
ResponderEliminarHombre, lo más cercano a un sacerdote es precisamente el puesto de Dama/Señor de la Canción. Pero ya te adelanto que el concepto religioso es bastante distinto para los albos, y lo del clero es para ellos una idea más bien fersa.
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